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Hace unas semanas, me encontré con una historia en la Stanford Social Innovation Review de 2011. Strive, una subsidiaria sin fines de lucro de KnowledgeWorks, se propuso abordar un problema clave en el sistema educativo de Cincinnati y el norte de Kentucky. Lograron “mejorar el éxito estudiantil en una docena de áreas clave en tres grandes distritos escolares”, incluyendo “las tasas de graduación de la escuela secundaria, los puntajes de lectura y matemáticas de cuarto grado, y el número de niños preescolares preparados para el preescolar”1. No necesitamos ser expertos en este campo para saber que esto es casi un milagro. Pero, ¿cómo lo lograron? ¿Cómo progresaron después de establecer una meta tan “imposible”? John Kania y Mark Kramer escriben:

Un grupo de líderes comunitarios decidió abandonar sus agendas individuales a favor de un enfoque colectivo para mejorar el rendimiento estudiantil. Más de 300 líderes de organizaciones locales acordaron participar, incluidos los líderes de influyentes fundaciones privadas y corporativas, funcionarios del gobierno municipal, representantes de distritos escolares, los presidentes de ocho universidades y colegios comunitarios, y los directores ejecutivos de cientos de organizaciones sin fines de lucro y asesores relacionados con la educación. Estos líderes se dieron cuenta de que arreglar un punto en el sistema educativo, como mejores programas extracurriculares, no haría mucha diferencia a menos que todas las partes del sistema mejoraran al mismo tiempo. Ninguna organización individual, por más innovadora o poderosa que fuera, podría lograrlo sola.

Me encanta eso. Un grupo de personas fue motivado por una misión común, llegó a la mesa con sus recursos y trabajó junto para abordar un problema importante. Suena simple, pero podemos suponer que no lo fue. De todos modos, hicieron algo que, lamentablemente, no es común. De hecho, como suele suceder, los proyectos a menudo se abandonan porque rara vez se logra un progreso significativo (las agendas y la paciencia son los problemas centrales). Pero no esta historia. La comunidad y la colaboración vencieron el desafío.

Mientras leía este artículo, me quedé con esta pregunta: ¿podemos soñar con algo así para nuestra querida América Latina? ¿Podríamos replicar el corazón de esta historia en nuestras propias comunidades?

Quiero sugerir que sí podemos. De hecho, debemos. Nuestros desafíos son demasiado grandes para abordarlos solos. Pero siempre intentamos abordarlos solos.

Desde la perspectiva del mercado, quiero sugerir que los cristianos, aunque viven como “exiliados en este mundo”, tienen una oportunidad extraordinaria para marcar los pasos para el florecimiento de nuestras comunidades. Una advertencia importante de Jennie Allen: “Ya sea que asistas a la escuela, administres un hogar o dirijas una empresa, el trabajo fue diseñado para brindar servicio y promover el florecimiento de quienes amamos y conocemos […] pero, el trabajo ha sido redefinido como una búsqueda vacía de dinero en lugar de una búsqueda del florecimiento humano”2.

Pasar más de 40 horas a la semana con el único propósito de ganar dinero seguramente nos decepcionará a largo plazo. El diseño de Dios para el trabajo es más pleno. Nuestro papel, como argumenta Paul Williams, es ser “un modelo o ejemplo, ser un canal de la bendición de Dios y buscar activamente reconciliar todos los aspectos de la vida con Dios”3.

Pero aún nos persigue un desafío.

Durante años, muchas organizaciones han trabajado en torno al mensaje de que “debemos abrazar una visión más grande del diseño y la intención de Dios con nuestro trabajo”. Estoy completamente de acuerdo. Pero el problema fundamental con este, y otros mensajes similares, es responder cómo hacerlo. “La fe sin obras está muerta”, afirma Santiago, pero el tipo de obras necesarias para amar a nuestro prójimo sigue siendo motivo de disputa. Además, es posible tener dificultad al definir por qué el mundo necesita a Cristo en absoluto. Para la salvación, por supuesto, pero ¿qué pasa con nuestra vida diaria?

Nuestro enfoque está en los profesionales del mercado. Entonces, permíteme invitarte a no pensar más allá de tu ocupación actual para responder a la pregunta anterior. Martín Lutero insistió en que Dios llama a todos a una “estación”, para que todos puedan servir a Dios y al prójimo donde se encuentren4. Después de todo, Dios cuida de ti a través del trabajo del lechero, la cadena de distribución y el supermercado que finalmente provee ese galón de leche para tu familia. Entonces, si eres banquero, maestro o ingeniero de software, tu trabajo y vocación actual es el lugar ideal donde debes canalizar la bendición de Dios a tu prójimo: compañeros de trabajo, jefes, clientes, la industria, etc.5

Ahora, estamos explorando los medios para una vida de mayor impacto. ¿Cómo abordamos los grandes problemas de nuestra sociedad? ¿Cómo permanecemos fieles en medio de ellos? Esa es la pregunta.

Nos complace anunciar una nueva iniciativa que llamamos Toda Buena Obra (TBO), inspirada en Efesios 3:17 y 2 Timoteo 3:16-17: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas”. “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra”.

Tenemos un papel importante en esta tierra. Somos hijos de Dios, y nuestras buenas obras tendrán un impacto significativo en distintos sectores y personas. La propuesta de valor de Toda Buena Obra es que “el camino hacia una vida de florecimiento comienza con una transformación del corazón, seguida de una incubación de ideas; luego desarrollamos un plan de distribución en comunidad y colaboración”. Estamos identificando líderes en el mercado que anhelan el reino de Cristo y no se avergüenzan del evangelio. Les extendemos una invitación a aprender y soñar juntos sobre cómo abordar los grandes desafíos de nuestras comunidades con nuestras habilidades y cosmovisión.

Perfil de la comunidad

Un corazón transformado por el Evangelio «presta atención a Dios y coopera con Él en su obra»6. Así contemplamos su gloria y servimos a sus propósitos. La incubación de ideas te ayuda a desarrollar tu pasión y empresas para maximizar el retorno de inversión e impacto. El plan de distribución crea estrategia para una mejor manera de satisfacer las necesidades de tu mercado y espacio.

Jennie Allen entiende a la comunidad de manera simple: “No estamos destinados a aprender solos. O trabajar solos. O hacer quehaceres solos. O relajarnos solos. O celebrar solos. O llorar solos. O tomar decisiones solos”7.

Creemos que una comunidad como esta puede ser una fuerza poderosa para el bien en América Latina, pero estamos rodeados de pesimismo en nuestras tierras. Pero estamos rodeados de pesimismo en nuestras tierras. Escucha las primeras líneas de este artículo del Georgetown Journal of International Affairs: “América Latina está perdiendo su lucha contra la corrupción. La región, nunca un modelo de transparencia, ha experimentado una explosión de corrupción durante la pandemia, a medida que el poder presidencial se extendió y los gobiernos eludieron los procedimientos estándar para acelerar el gasto público en emergencias de salud y económicas. Recientemente se disolvieron tres oficinas internacionales anticorrupción en América Central, y la administración Biden ha encontrado pocos socios en la región para revitalizar la estrategia anticorrupción de EE. UU”8.

Es un tanto vergonzoso. Peor aún, eso es inherente a la mayoría de las historias de nuestros queridos países. Y, como muchos han explicado hábilmente, las culturas se definen por sus historias. Y estoy de acuerdo con Paul William: “Las historias de las culturas, la identidad personal y la habilidad para actuar están profundamente entrelazadas”9.

Creemos que una comunidad en misión puede ser un faro de bien en medio de tanta oscuridad. La corrupción no es la única historia de nuestra región. Dios está trabajando en los mercados y queremos resaltarlo. Queremos compartir historias que cuenten otro esquema. Además, te invitamos a unirte a nosotros (a través de grupos TBO) para contar una historia diferente. Debemos encarnar nuestras ideas y valores. Este es el camino a seguir.

Entonces, ¿qué necesitamos? Quizás el secreto se encuentra en estas líneas: “Un grupo de líderes comunitarios decidió abandonar sus agendas individuales a favor de un enfoque colectivo”.

  • Grupo: no aleatorio, no fluido; con personas comprometidas.
  • Líderes: el cambio real y duradero necesita claridad y simplificación; los líderes logran eso.
  • Agendas: gran visión; no individual, sino trascendente.
  • Enfoque: mejor juntos.

Sí, queremos abordar los problemas clave de nuestro mundo: economía, tecnología, integridad, etc. El crecimiento de la interconexión económica global y la adopción de la tecnología digital desde los años 90 han trastornado el mundo tal como lo conocemos. Es un problema enorme en nuestras vidas. Y no se detiene, ahora tenemos a la inteligencia artificial como un jugador clave. Pero, seamos claros: este no es nuestro mayor desafío. Sí, es un asunto que debe abordarse (y hablaremos al respecto). No podemos continuar solos. Los grandes movimientos en la historia son colaboraciones. Siempre manteniéndonos en sintonía con el espíritu junto con otros en misión. Y de esos nos faltan.

El pueblo de Dios agrega valor al mundo mediante el trabajo de sus manos. Estas obras son “destellos de cosas por venir”. Nuestro Señor reina. Mientras esperamos su regreso, trabajemos juntos para la gloria de Dios y el bien de nuestro prójimo.

  1. Kania, John y Kramer, Mark. “Colective Impact”. Stanford Social Innovation Review, Essentials of Social Innovation, invierno de 2011, https://ssir.org/articles/entry/collective_impact. ↩︎
  2. Allen, Jennie. Find Your People. La frase original en inlgés es la siguiente: “Whether you attend school or manage a home or manage a company, work was meant to bring fulfillment and promote thriving for those we love and know. But we complain about our God-given jobs, and we gossip about the God-given people we’ve been given to do that work beside. Worse, work has been redefined as a hollow pursuit of money rather than a pursuit of human thriving. This is so not the point!”. ↩︎
  3. Williams, Paul S. Exiles on Mission. Página 34. ↩︎
  4. Luther, Martin. “Whether Soldiers, too, can be saved.” Julio de 1525. ↩︎
  5. Es importante matizar aquí que estamos hablando en términos de “bien común” para la humanidad y no “para salvación”. Sólo Dios puede salvar. ↩︎
  6. Ver cita original en “Cultivating Resilient Leaders”, en The State of Your Church, por Barna Group. Cita en inglés: “Paying attention to God and cooperating with him in his work is the mystery of both spiritual formation and Christian mission”. ↩︎
  7. Allen, Jennie. Find Your People. ↩︎
  8. Gedan, Benjamin N., y Cantón, Santiago. “Radical Transparency: The Last Hope for Fighting Corruption in Latin America”. Georgetown Journal of International Affairs, 1 de abril de 2022. ↩︎
  9. Williams, Paul S. Exiles on Mission. Página 34 ↩︎